Hace tiempo tomar decisiones en educación superior dejó de ser un proceso meramente intuitivo. En un contexto con tantos retos de crecimiento y expansión, contar con el potencial de los datos, tanto internos como externos, es clave para darle asertividad a las decisiones que conducen los destinos de una universidad.
Al definir una estrategia de pricing, el desafío es el mismo.
El benchmarking es clave en el diseño de una estrategia de pricing porque permite a las instituciones entender dónde se posicionan en el espectro del mercado educativo. Al analizar cómo institutos similares establecen sus tarifas, pero además cómo están funcionando, cuáles son sus características y rendimiento, las universidades pueden identificar oportunidades para considerar sus precios manteniéndose competitivas.
La clave para un benchmarking efectivo radica en la calidad y profundidad de los datos utilizados. En este sentido, las instituciones deben buscar integrar datos que no solo se limiten a precios, sino que también abarquen factores como la calidad de los programas, la satisfacción estudiantil, y los resultados post-graduación. Estos indicadores multidimensionales permiten una comparación más rica y una estrategia de pricing más alineada con los valores y metas institucionales.
3 factores a tener en cuenta para un benchmarking exitoso al momento de abordar una estrategia de pricing:
📈 Selección criteriosa de competidores: Elige cuidadosamente qué instituciones incluir en tu análisis de benchmarking. Considera no solo universidades con programas similares, sino también aquellas que compiten en el mismo segmento de mercado o que atraen a un perfil estudiantil comparable. Esto asegura que los datos utilizados para el benchmarking sean relevantes y proporcionen una comparación válida.
📈 Uso de métricas apropiadas: Define claramente qué métricas serán utilizadas para comparar los precios. Además del costo de matrícula, considera incluir factores como la duración de los programas, los resultados de empleabilidad de los graduados y la percepción de valor entre los estudiantes. Estas métricas multidimensionales permiten una evaluación más completa y estratégica de los precios.
📈 Análisis continuo y adaptativo: El mercado de la educación superior está constantemente cambiando, lo que hace crucial que el benchmarking no sea un proceso estático. Establece un sistema para actualizar regularmente los datos y revisa tus estrategias de pricing en respuesta a los cambios en el mercado y el comportamiento de los competidores. Esto ayuda a mantener tu institución competitiva y alineada con las tendencias del mercado.
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