La transformación tecnológica en educación superior, particularmente la adopción de una cultura de datos, presenta un desafío singular que va más allá de la simple implementación de nuevas herramientas o plataformas.
Este cambio requiere de una reevaluación profunda de la cultura institucional, un reto que puede ser tan complejo como esencial.
El principal obstáculo al trabajar con datos no suele ser la tecnología en sí misma, sino la intención de las instituciones a adoptar un paradigma donde los datos no solo informan decisiones sino que las impulsan. Esto requiere un cambio en la mentalidad de los miembros de la comunidad universitaria, desde los altos cargos de liderazgo hasta el personal docente y administrativo.
La resistencia al cambio es una característica humana natural, pero en el contexto de la educación superior, esta resistencia se ve a menudo exacerbada por estructuras cerradas y la preocupación lógica por la privacidad y seguridad de los datos.
Sin embargo, el impulso hacia una cultura de datos no es meramente una opción, sino una necesidad para las universidades que buscan mantenerse relevantes y competitivas.
Un estudio reciente de EDUCAUSE destaca que, aunque un número creciente de líderes de educación superior reconocen la importancia de los datos para la toma de decisiones estratégicas, menos del 40% se siente completamente preparado para implementar un enfoque de gestión basado en datos a nivel institucional.
Estrategias para trabajar sobre la cultura del dato:
1. Liderazgo Comprometido con los Datos
El liderazgo de la institución debe demostrar un compromiso firme con la cultura de datos, predicando con el ejemplo y estableciendo los datos como una prioridad estratégica. Esto incluye la participación activa en la formación relacionada con datos y la toma de decisiones basadas en análisis de datos. Los líderes deben comunicar claramente la visión y los objetivos relacionados con la cultura de datos, asegurando que todos los niveles de la organización comprendan su importancia.
2. Capacitación y Desarrollo de Habilidades en Datos
Desarrollar la alfabetización de datos a través de la organización es crucial. Esto puede lograrse mediante programas de capacitación y desarrollo profesional que abarquen desde conceptos básicos de datos hasta análisis avanzado y visualización. La formación debe ser accesible y relevante para diferentes roles, asegurando que todos puedan contribuir y beneficiarse de una cultura de datos robusta.
3. Fomentar la Colaboración y la Comunicación Abierta
Promover un ambiente donde el intercambio de ideas, proyectos y mejores prácticas relacionadas con los datos sea la norma. Esto puede facilitarse a través de talleres, seminarios y foros de discusión. La colaboración interdepartamental mejora la comprensión de cómo los datos pueden ser utilizados de manera transversal en diferentes áreas de la institución.
4. Implementar Herramientas y Tecnologías Facilitadoras
Proporcionar acceso a herramientas y tecnologías que faciliten la recopilación, análisis y visualización de datos. Esto incluye sistemas de gestión del aprendizaje (LMS), plataformas de análisis de datos y herramientas de visualización. Las herramientas adecuadas pueden democratizar el acceso a los datos y permitir a los usuarios no técnicos tomar decisiones informadas.
5. Crear Políticas de Datos Claras y Éticas
Establecer políticas y marcos de trabajo que rijan la recopilación, uso y compartición de datos, asegurando la privacidad y seguridad de la información. Estas políticas deben ser transparentes y reflejar un compromiso ético con el manejo de datos, promoviendo la confianza en toda la comunidad universitaria.
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